viernes, 17 de julio de 2009

Todo muy bonito

El salon vestia muy elegante, desde la entrada las dos puertas grandes de madera, abiertas de par en par daban la impresion de que estabas entrando en un palacio, la excelente iluminacion daba la perfecta oportunidad de apreciar todos los detalles de la decoracion impecable, desde las mesas y sillas perfectamente alineadas y cada una con un centro de mesa, poco modesto pero elegante, las cortinas, los cuadros, la comida, todo muy bonito, lo unico que no me gustaba, era el feretro de marmol, que ocupaba el centro de la habitacion, el cual contenia el cuerpo inherte y sin vida, de quien fuese mi padre, ya voy por la mitad del camino, solo falta mi madre.